Watch video of panel where the VNR was presented

Commitment to the 2030 Agenda and post-COVID-19 reconstruction aligned with its principles.

Spain has renewed its commitment to the Objetivos de Desarrollo Sostenible,through the adoption of the Sustainable Development Strategy 2030 (EDS 2030), a framework for action that will accelerate the structural transformations necessary to make the 2030 Agenda a reality, within and outside its borders. The Strategy represents a great political and social agreement to ensure, following the impact caused by COVID-19,a recovery that addresses a social and ecological transition that will place the sustainability and rights of people at the centre of action. This makes the commitment made in the Action Plan for the Implementation of the 2030 Agenda, presented by Spain within the framework of the first National Voluntary Review carried out in 2018, a reality.

EDS 2030 identifies eight Country Challenges, configured as the main challenges to be faced, the approach of which will be articulated through eight Sustainable Development Accelerator Policies, defined from a multidimensional and multi-level perspective in order to enable a sustained impact of the medium and long term. These policies have been designed to enable a comprehensive approach to issues such as poverty and inequality – with a particular focus on those affecting women, children and LGBTIQ people, among others– the lack of guarantee and effective access to social rights or the end of job precariousness through the generation of quality employment. It commits decisive action in environmental and climate matters, in compliance with international commitments such as the Paris Agreement, promoting the transformation of the economic system, strengthening public services and strengthening rights to leave no one behind. Italso renews Spain's commitment to building a fairer, more democratic and sustainable globalization, through the commitment to a multilateralism reinforced with the United Nations at the heart of these efforts.

EDS 2030 also shows a commitment to Policy Coherence for Sustainable Development as a principle that should guide all actions, as well as the continuation of budgetary and regulatory alignment efforts with the SDGs. In addition, it ensures sustained accountability through the annual submission of Progress Reports. Finally, it promotes a strengthened contribution of non-public actors in the momentum of the 2030 Agenda.

Governance

Spain's renewed commitment to putting sustainable development at the heart of its government action is demonstrated by the creation of a Ministry of Social Rights and Agenda 2030 with executive powers for the development and coordination of actions for the boost of the SDGs. In addition, an Integral Governance System has been formed that includes three complementary levels of articulation: the Government Delegated Commission for agenda 2030, to strengthen inter ministerial dialogue and coordination; the Sectoral Conference for agenda 2030, which enables coordination with subnational government levels, favoring the localization of the SDA. Finally, the Sustainable Development Council, an advisory and collaborative body involving sixty representatives from the private sector, trade unions, academia and civil society organizations. This system is complemented by the essential parliamentary work through the Joint Commission for the Coordination and Monitoring of the Spanish Strategy to achieve the Sustainable Development Goals,thus ensuring a comprehensive response of efforts to realize the 2030 Agenda.

Participatory development of the Sustainable Development Strategy 2030.

EDS 2030 has been defined through a process of broad participation and consultation with the various bodies that make up the Governance System, which has enabled strong consensus to be reached around what should be the common roadmap for the 2030 Agenda. In addition, six specific consultations have been developed to raise the contributions of children and adolescents, young people, social movements, local entities, the private sector and cultural actors.

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Compromiso con la Agenda 2030 y con una reconstrucción post COVID-19 alineada con sus principios.

España ha renovado su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, a través de la adopción de la Estrategia de Desarrollo Sostenible 2030 (EDS 2030), un marco para la acción que posibilitará acelerar las trasformaciones estructurales necesarias para hacer realidad la Agenda 2030, dentro y fuera de sus fronteras. La Estrategia representa un gran acuerdo político y social para garantizar, tras el impacto causado por la COVID-19, una recuperación que aborde una transición social y ecológica que sitúe la sostenibilidad y los derechos de las personas en el centro de la acción. Con ello, se hace realidad el compromiso adquirido en el Plan de Acción para la Implementación de la Agenda 2030, presentado por España en el marco del primer Examen Nacional Voluntario realizado en 2018.

La EDS 2030 identifica ocho Retos País, configurados como los principales desafíos a enfrentar, cuyo abordaje será articulado a través de ocho Políticas Aceleradoras del Desarrollo Sostenible, definidas desde una perspectiva multidimensional y multinivel con el objeto de posibilitar un impacto sostenido de medio y largo plazo. Estas políticas han sido diseñadas para posibilitar un abordaje integral de problemáticas como la pobreza y las desigualdades–con un foco particular en aquellas que afectan a las mujeres, la infancia y las personas LGTBIQ, entre otros-, la falta de garantía y acceso efectivo a los derechos sociales o el fin de la precariedad laboral a través de la generación de empleo de calidad. Compromete una acción decidida en materia ambiental y climática, en cumplimiento de compromisos internacionales como el Acuerdo de Paris, impulsando la transformación del sistema económico, fortaleciendo los servicios públicos y afianzando derechos para no dejar a nadie atrás. Renueva, además, el compromiso de España con la construcción de una globalización más justa, democrática y sostenible, a través de la apuesta por un multilateralismo reforzado con Naciones Unidas en el centro de estos esfuerzos.

La EDS 2030 muestra también el compromiso con la Coherencia de Políticas para el Desarrollo Sostenible como principio que deberá guiar todas las actuaciones, así como con la continuación de los esfuerzos en materia de alineamiento presupuestario y normativo con los ODS. Además, garantiza una rendición de cuentas sostenida, a través de la presentación anual de Informes de Progreso. Por último, promueve una contribución reforzada de los actores no públicos en el impulso de la Agenda 2030.

Gobernanza

El compromiso renovado de España de situar el desarrollo sostenible en el centro de su acción de gobierno se pone de manifiesto con la creación de un Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 con competencias ejecutivas para el desarrollo y coordinación de actuaciones para el impulso de los ODS. Además, se ha conformado un Sistema Integral de Gobernanza que incluye tres niveles de articulación complementarios: la Comisión Delegada del Gobierno para la Agenda 2030, para reforzar el diálogo y la coordinación interministerial; la Conferencia Sectorial para la Agenda 2030, que posibilita la coordinación con los niveles de gobierno subnacional, favoreciendo la localización de los ODS. Por último, el Consejo de Desarrollo Sostenible, órgano asesor y de colaboración en el que participan sesenta representantes del sector privado, los sindicatos, la academia y de las organizaciones de la sociedad civil. Este Sistema se complementa con la imprescindible labor parlamentaria a través de la Comisión Mixta para la Coordinación y Seguimiento de la Estrategia Española para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, garantizando así una respuesta integral de los esfuerzos para hacer realidad la Agenda 2030.

Elaboración participativa de la Estrategia de Desarrollo Sostenible 2030.

La EDS 2030 ha sido definida a través de un proceso de amplia participación y consulta a las distintas instancias que integran el Sistema de Gobernanza, lo que ha permitido alcanzar consensos sóli¬dos entorno a la que debe ser la hoja de ruta común para hacer realidad la Agenda 2030. Además, se han desarrollado seis consultas específicas para recabar las contribuciones de niños, niñas y adolescentes, jóvenes, movimientos sociales, entidades locales, sector privado y actores culturales.

Mensajes clave

La Agenda 2030 está articulando en España una movilización sin precedentes de todas las administraciones, a nivel nacional, autonómico y local, de la ciudadanía, de los actores sociales, las empresas, universidades, centros de investigación y organizaciones de la sociedad civil, alrededor de una visión compartida. El Congreso de los Diputados ha instado al Gobierno a articular la implementación de la Agenda 2030 a través de acuerdos de la práctica unanimidad de fuerzas políticas.

El esfuerzo realizado en los últimos años ha sido fuertemente reforzado con la llegada del nuevo gobierno en junio de 2018, que ha llevado la Agenda 2030 al mismo ADN de su proyecto de país. En efecto, en las semanas transcurridas desde su toma de posesión, se han tomado decisiones que ponen a España en la senda de orientar sus políticas públicas y prioridades políticas al corazón de los ODS. El gobierno está compuesto por una mayoría de ministras -11 de 17-. Se ha creado un Alto Comisionado para la Agenda 2030, dependiente directamente del Presidente del Gobierno y un Alto Comisionado para la Pobreza Infantil. Se ha creado el Ministerio de Transición Ecológica, aglutinando las competencias de energía y de medio ambiente y cambio climático. Se ha transitado desde posiciones muy conservadoras en los compromisos de la UE para el cumplimiento del acuerdo de París, a las más ambiciosas. Se ha reinstaurado el Ministerio de Igualdad, liderado por la Vicepresidenta del Gobierno. Se ha mostrado la solidaridad de España y su compromiso con los Derechos Humanos y con un orden global justo, sostenible e inclusivo, con la acogida del barco Aquarius en nuestro territorio. Una señal inequívoca de que España renueva su compromiso con la justicia, la sostenibilidad y la solidaridad global. De que la Agenda 2030 pasa a ser un elemento central del lugar en el mundo que España desea ocupar. De que la Agenda 2030 es un espacio de encuentro, diálogo y trabajo conjunto con las Comunidades Autónomas y los Gobiernos Locales, de refuerzo de su liderazgo y esfuerzos que ya han demostrado en localizar la Agenda 2030 –referente internacional de cómo aterrizar los ODS en las ciudades y territorios.

Los pasos dados para la preparación del Examen Nacional Voluntario han facilitado la puesta en marcha de la implementación de la Agenda en España. Se ha creado un Grupo de Alto Nivel (GAN) de coordinación interministerial, en el que participan las Comunidades Autónomas y los Gobiernos Locales. Se ha aprobado un Plan de Acción para la Implementación de la Agenda 2030, un documento programático orientado a la acción. Un Plan que representa una transición, entre el arranque urgente e impostergable de la implementación de la Agenda, y la formulación de una Estrategia Española de Desarrollo Sostenible a largo plazo. Un Plan de transición, también, entre un gobierno saliente que inició y desarrolló su planteamiento, y un gobierno entrante que pone en el centro de su acción de gobierno los ODS y el desarrollo sostenible.

El Plan de Acción impulsa de forma inmediata nuevas políticas, medidas y gobernanza y conducirá, como uno de sus principales resultados, a la adopción de una Estrategia de Desarrollo Sostenible 2020 – 2030, que represente un proyecto de país compartido ampliamente y desde una visión de Estado. El Plan también recoge las actuaciones realizadas por parte de todos los actores, una estructura de gobernanza coral y reforzada, al más alto nivel del gobierno, y un sistema de rendición de cuentas con un papel central del Parlamento. Se identifican áreas prioritarias de actuación en las que desarrollar políticas denominadas “palanca” y medidas transformadoras horizontales con compromisos concretos y medibles, reformas necesarias para sustentar la senda hacia 2030. La colaboración estrecha entre todas las administraciones públicas y la impronta participativa del esfuerzo han permitido progresar con solidez y ambición, permitiendo perfilar un sistema de gobernanza multiactor, multinivel e integrador de todos los sectores.

El desafío es enorme, por lo que es absolutamente necesario liderar de forma urgente las políticas necesarias orientadas a enfrentar seriamente las múltiples manifestaciones de la pobreza, las desigualdades, el desempleo y la degradación de nuestro medio natural, contando sin excepción con todos los actores implicados y creando espacios políticos de acuerdo y rendición de cuentas.